A
modo de presentación
les comento:
Soy un
profesional de la fotografía que hace 20 años
se dedica a este maravilloso arte de la pintura con luz. Decía
J.W.Goethe: “el órgano con que
yo he comprendido el mundo es el ojo” y en el caso
mío
es simplemente así.
La Fotografía es la mejor manera que tengo de expresar
mis sentimientos, mis necesidades, mis virtudes y mis defectos,
mis estados de ánimo y mis más profundos odios
y amores.
El placer de poder plasmar en papel mi verdadero yo y darle a
esto mi toque personal a hecho de mi cámara fotográfica,
mi compañera inseparable, la cual está conmigo
siempre presta a ser usada en el momento indicado; siendo el
sonido inconfundible de su disparo la mejor música para
mis oídos.
Comercialmente trabajo haciendo fotografías para turistas
en la cumbre de una montaña cuyo nombre es “Cerro
Campanario”, está enclavado en el corazón
mismo del “Parque Nacional Nahuel Huapi”,
a 17 kilómetros
de la ciudad de San Carlos de Bariloche, uno de los principales
puntos turísticos de mi amada Patagonia.
El cerro Campanario está considerado una de las siete
mejores vistas del mundo, imagínense entonces mis sentidos
como están al trabajar en un lugar así. Se asciende
a la cumbre en aerosillas, entonces antes de llegar a la cima
mis frases famosas son: “levante la barra de seguridad”, “desea
tomarse la foto con todo el paisaje”.
Al descender de la aerosilla, al turista que se tomó la
foto, se le muestra los diferentes tamaños y se le pregunta
el Hotel y la habitación donde está alojado.
Hay una serie de terrazas panorámicas donde también
se llevan a cabo diferentes tomas. Mi actividad
la realizo todos los días del año, acompañado
de la mujer de mi vida, su nombre es Noe, es la persona que le
da sentido a mis días y es mi motivo de estar vivo.
Lo maravilloso de mi profesión es la de estar todo el
día al aire libre, el contacto con la naturaleza y el
clima que se manifiesta de distintas maneras, lluvia, nieve,
viento y sol.
Aparte de mi profesión de fotógrafo, soy guía
de turismo, lo cual, ambas, se complementan de una manera única,
ya que la fotografía de paisajes es la que realmente me
atrae.
Viviendo en San Carlos de Bariloche, cualquier rinconcito te
sorprende, ya que en él hay un sinnúmero de colores,
formas, sombras y detalles que hacen de este lugar “EL
LUGAR”.
El invierno con la blancura de la nieve y toda la gama de grises,
desdibujando por completo todo el paisaje. La primavera con su
magia de flores invade todo, salpicando con sus colores las montañas,
ríos, lagos y bosques. El verano hace de nuestros espejos
de aguas eternos y sus prados y sus bosques verdes una invitación
irresistible al “click”. El otoño, que estación,
desde mi punto de vista, la mas linda para fotografiar, montañas
con algo de blanco debido a una nevada tempranera en sus cumbres,
el bosque que empieza a perder sus hojas y se transforma en una
gama de colores que van desde ocres, rojizos, amarillentos, con
el complemento de azules petróleo de los lagos, cielos
de un celeste único y ni que decir de las nubes, hermosas
y mágicas.
El alma se te embriaga y se te llena hasta el último rincón
de tu ser y tus sentidos estallan en miles de colores, formas,
aromas, sonidos y mis ojos son pocos a la hora de querer retener
tanta belleza y recurrís al dedo índice de tu mano
derecha para querer llevarte todo o lo que mas puedas a tu película
color para que retrates tanta belleza.
Por último, mis fotografías están aquí,
disfrutálas.
Les dejo mi frase que me acompaña desde muy chico, cuando
todo lo que quería ser es lo que soy, un fotógrafo,
un pintor con luz:


|